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Vas a FRUSTRARTE.
Me encantan los viajes largos en coche. Adoro saber que durante las próximas horas voy a poder pensar tranquilamente, cantar, hablar, contemplar el paisaje o simplemente dormirme (es lo que termina pasando).
Lo amo. Y más si es de noche.
Ahora bien… confieso que se me hace tremenda bola parar a repostar gasolina. Me da un perezón horrible y más si voy sola y soy yo la que tiene que ‘hacer la gestión’.
No me preguntes por qué me da tanto palo porque hago cosas menos agradables en mi vida pero, oye, qué lata cuando se enciende la luz de aviso de Reserva 🙃
Sabiendo que, a pesar de que me encanta viajar en coche, voy a tener que para varias veces a repostar,
¿cuáles son las dos alternativas posibles?
No viajar para evitar ese momento (opción que resulta bastante absurdo)
Aceptar que voy a tener que ir parando a repostar y AGRADECER por poder pagar el combustible y tener la oportunidad de estar viajando.
¿Cuál de las dos opciones te parece más atractiva? Es obvio.
Lo mismo sucede en el emprendimiento:
En algunos momentos va a ser inevitable sentir FRUSTRACIÓN porque el camino del emprendedor es verdaderamente vertiginoso.
Entonces, ¿cuáles son ahora las dos alternativas posibles?
No emprender para evitar frustrarte.
Aceptar que vas a ir teniendo que gestionar esa emoción, aprendiendo a gestionar cada situación y agradeciendo cada una de las cosas que aprendes y consigues.
Tú decides.
Si decides decantarte por la opción número 2, ya eres conscientes de que la frustración va a ser inevitable cuando inicias un proyecto.
Entonces, ¿qué podemos hacer para superarla y seguir avanzando?
Te comparto mis 5 consejos preferidos:
1. Reenfoca tu Perspectiva:
La frustración a menudo surge cuando las cosas no van según lo planeado. Y, cuando emprendes, eso pasa más a menudo de lo que nos gustaría 😂 .
Es importante recordar que los contratiempos son parte natural del proceso emprendedor. En lugar de verlos como obstáculos insuperables, trata de verlos como oportunidades de aprendizaje.
Detente a estudiar cuál es la causa de tu frustración y ponte manos a la obra.
Ajusta tu perspectiva para ver los desafíos como situaciones a resolver. Y resuélvelas con gusto.
Si tienes retos nuevos sobre la mesa es señal inequívoca de que estás avanzando.
2. Celebra Pequeños Logros:
El emprendimiento es un viaje lleno de altibajos, y a veces nos enfocamos tanto en el destino final que pasamos por alto los pequeños logros en el camino.
Celebra cada hito, por pequeño que sea. Reconocer y apreciar los pequeños éxitos te ayudará a mantener una mentalidad positiva, incluso en medio de la frustración.
Aunque nos cueste aceptarlo, los resultados no dependen al 100% de ti. Siempre influyen factores externos. Por eso, te recomiendo celebrar tus acciones realizadas (estas sí que están 100% en tus manos).
Define objetivo, divídelo en acciones, ponlas en tu agenda, cúmplelas y celebra por haberlas cumplido. Repite el proceso hasta lograr tu objetivo (y marcarte el siguiente).
3. Crea una Red de Apoyo:
Compartir tus desafíos y frustraciones con otros emprendedores puede ser terapéutico y valioso. Construye una red de apoyo con colegas, mentores, familia y amigos que comprendan las dificultades del emprendimiento.
El intercambio de experiencias y consejos puede brindarte nuevas perspectivas y soluciones para superar los obstáculos.
Permítete desahogarte cuando lo necesites.
4. Aprende a Delegar:
La sobrecarga de trabajo puede ser una fuente significativa de frustración. Aprender a delegar tareas puede liberar tiempo y energía para que te concentres en aspectos más estratégicos de tu emprendimiento.
Delegar no solo alivia la carga, sino que también brinda la oportunidad de trabajar con un equipo fuerte y motivado.
Si todavía no puedes delegar, acepta la idea de que estás haciendo tantas cosas que es normal que te satures. (Todos comenzamos así).
Ve planteándote cuáles van a ser las primeras tareas que vas a delegar y comienza a buscar alternativas asequibles.
5. Practica la Resiliencia:
La resiliencia es la capacidad de adaptarse y recuperarse frente a la adversidad. Aprende a ver la frustración como una oportunidad para crecer y fortalecerte.
La resiliencia te ayudará a mantener el impulso incluso en los momentos más difíciles en otras áreas de tu vida.
Aceptar que las cosas no siempre salen como esperamos y entrenar esa capacidad de adaptación te permitirá surfear mucho mejor los momentos de mayor intensidad.
La frustración es parte del viaje. Al abrazarla como una oportunidad para crecer y aprender, estarás mejor preparado para superar los desafíos y alcanzar tus metas.
Espero que esta información te sea de gran ayuda. Si es así, me encantaría que me lo hicieras saber respondiendo a este correo o a través de mi cuenta de Instagram.
¡Te envío un fuerte abrazo!
Marta Micolau.