Me siento mal al cobrar por mis servicios

‘Tengo un negocio pero me siento mal al cobrar por mis servicios y mi negocio se está viniendo abajo’

¿Te suena esta situación?

La persona que me hizo la consulta es doctora y me comentó que se siente mal al cobrar por sus servicios a sus familiares, adultos mayores o personas que pueden tener dificultades para pagarlos y eso está teniendo un gran impacto negativo en sus finanzas.

Cuando se abre un negocio, lo más habitual es que los primeros clientes salgan de nuestro entorno, de la lista de contactos.

En ese momento, cuando uno está empezando, suele existir cierta resistencia a cobrar por los servicios ofrecidos, básicamente, por dos razones:

  1. No nos creemos suficientemente buenos como para cobrar por lo que sabemos hacer.

  2. El vínculo que existe con esas personas es personal, no es un vínculo PROFESIONAL - CLIENTE, y eso dificulta el hecho de incorporar una transacción económica de por medio, en lugar de simplemente prestar una ayuda desinteresada.

Al inicio del proceso, ofrecer servicios gratuitos o muy económicos a nuestro círculo es una muy buena estrategia porque:

  • Rápidamente obtienes testimonios de éxito.

  • Estas personas van a empezar a recomendarte a sus conocidos.

  • Aprendes a perfeccionar tus servicios a través de las necesidades reales de tus clientes o pacientes.

Sin embargo, hay que diferenciar conscientemente cuando cobrar poco (o nada) forma parte de una estrategia de crecimiento en la que ambas partes ganan, de cuando cobrar poco o nada es síntoma de una estructura de creencias limitantes, miedos o sensación de incapacidad.

Vamos al grano:

La transacción económica en un negocio es como el oxígeno para un ser humano; si no llega la suficiente cantidad, chao.

Muere.

¿A caso nos sentimos mal por necesitar oxígeno? ¿Nos parece egoísta consumirlo?

Sería de locos…

En un momento dado podemos dejar de respirar si la situación así lo exige, pero evidentemente es algo que no se puede sostener en el tiempo (si es que nos importa nuestra supervivencia).

En un negocio sucede exactamente lo mismo.

Si quieres velar por la supervivencia de tu negocio, necesitas proporcionarle oxígeno en forma de dinero si no quieres que termine disecado.

Cambio de perspectiva:

Si partimos de que tu servicio es bueno y ofrece un gran beneficio a tus clientes (o pacientes), tienes la responsabilidad de continuar aportando esa ayuda al mayor número de personas posible.

Limitarte a atender pacientes de forma gratuita o muy económica, te obligará a cerrar tu negocio y no poder ayudar a otras muchas personas que lo puedan necesitar.

Además, si no lo controlas, tu agenda se llenará de este tipo de consultas y cada vez te será más difícil decir ‘NO’.

Una variable fundamental es el equilibrio:

Puedes continuar atendiendo a ciertos clientes de forma altruista (¡es algo muy bonito y positivo!), pero asegurándote de que exista otra vertiente que te permita hacerlo de forma sostenible.

Ten muy presente que cuanto más ingreso generes, más capacidad de ayuda tendrás para dedicarles a aquellas personas que lo necesiten pero no puedan permitirse el servicio.

Por eso, es fundamental que te dediques con ilusión y entusiasmo a encontrar clientes que quieran pagar bien por tus servicios. Primero, porque ellos se van a llevar un gran valor y tú vas a poder seguir ayudando a personas que no tienen la capacidad económica suficiente.

Ten muy claro que mereces cobrar bien por un buen servicio.

Es la única forma de seguir proporcionando tu granito de arena al mundo.

Llegados a este punto, es súper recomendable hacer una lluvia de ideas (más y menos sensatas) acerca de posibles soluciones respecto a esta situación para tener una visión más amplia y liberadora.

Por ejemplo, calculando exactamente cuántas horas puedes dedicar a este tipo de consultas gratuitas y ser respetuosa con eso.

Ahora bien, ¿puede ser que estemos centrando la mayor parte de nuestra energía en este tipo de clientes porque, en el fondo, no sabemos cómo atraer más clientes que sí que estén dispuestos a pagar por nuestro servicio?

Añade también a tu lluvia de ideas, mejorar estrategias de marketing y de imagen de marca.

O, ¿tal vez piensas que las personas no van a confiar en ti, o que no eres suficientemente buena, o cualquier tipo de creencia hiriente hacia ti o tu negocio?

Añade entonces trabajar en ti misma. En tu autoconcepto.

Espero haberte ayudado con esta información, pero si quieres que acortemos tu proceso de crecimiento y trabajemos juntas en esto, contáctame por privado.

Yo también he pasado por este proceso y comprendo exactamente lo frustrante y desgastante que puede llegar a ser.

¡Te envío un fuerte abrazo!

Feliz semana